Me despierto, miro
hacia la ventana,
Me siento en el borde
de la cama,
Y pienso, un día más
de vida,
De una vida regalada,
Una vida que se apaga
Que se escapa lentamente,
De una forma
inexorable
De una forma
inesperada
De una forma
diferente.
He, a aprendido a
convivir,
Con la espada de
Damocles
Que esta siempre
preparada
A cercenarme la vida,
Que se escapa
lentamente
De una forma
despiadada,
¿Tengo yo Miedo a
la muerte?
De momento no lo se,
Y aunque no la tenga
miedo
Siempre te quedara
aquello,
De que se siente al
morir,
Si existe una luz
brillante
Si dejaras de sufrir,
O, si hay algún lugar
Donde mi alma al
marcharse
Consiguiese ser feliz.
Escapando de mi
cuerpo
Y buscando una salida.
Podrá por fin
disfrutar
De paz y serenidad,
Que exista una nueva
vida
Llena de felicidad,
Y así, dejar de
sufrir,
Poniendo punto final
A una vida que no es
vida
Que pronto se apagara,
Será más pronto que
tarde,
El tiempo, nos lo
dirá.
Supongo que lo mejor de la vida (dios es un guasón) lo percibimos con más intensidad cuando la próxima estación de destino es la antesala de ese otro plano que desconocemos y tememos, pero idealizamos.
ResponderEliminarLa más de las veces siento la existencia como una carretera de contrapuestos desniveles; una suerte de montaña rusa en la que se alternan, a cuenta gotas, una breve serie de emociones inolvidablemente bellas y, por otro lado, una pesarosa ascensión por un camino que se bifurca sobre sí mismo demasiadas veces.
Tu composición es impecable, lúcida y agradablemente emotiva.
Un abrazo, amigo.
Me alegro de todo corazón que te halla gustado, ha sido fácil escribirla, pues es mi realidad.
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ResponderEliminarla realidad es muy triste pero siempre hay que pintarla de color rosa, para que se pueda llevar un poquito mejor. Eres un fenómeno barbas. azu
ResponderEliminarpero nos guste o no, es así, lo que nos queda es luchar y dejar algo para que se nos recuerde, cualquier cosa por insignificante que nos parezca a nosotros sera suficiente.
Eliminarpero nos guste o no, es así, lo que nos queda es luchar y dejar algo para que se nos recuerde, cualquier cosa por insignificante que nos parezca a nosotros sera suficiente.
ResponderEliminarhola barbas fenomenal como todas tu poesías azucena
ResponderEliminarGracias Azucena, tu opinión significa mucho para mi.
EliminarNorberto,a cada poesía que leo tuya pienso "este hombre tiene una sensibilidad y una visión de la vida, digna de un gran escritor". En más de una ocasión también me digo a mí misma "Hoy Norberto tiene un buen día o Norberto hoy está un pelín bajo". Sólo los grandes de corazón pueden sentir como tú. Pilar
ResponderEliminarPilar, gracias por tus hermosas palabras, palabras que me hacen un retrato mio muy real.
EliminarNo se si seré un buen escritor, pero si que estoy de acuerdo totalmente contigo, que depende del estado de animo así son mis poemas, pues si.
Un fuerte abrazo de todo corazón por tu comentario, que me animara a seguir hacia adelante.
Buenas reflexiones en un poema bello e interesante.
ResponderEliminarLa muerte es la única palabra escrita en el libro en blanco que traemos bajo el brazo al nacer, de nuestro destino.....
Saludos afectuosos.
Leonor
Gracias Leonor por tus palabras.. Es cierto que es una palabra escrita en blanco que traemos al nacer. Gran verdad y ademas irreversible.Saludos.
EliminarMe gusta el poema. Muy bien tratado e explicado. Enhorabuena
ResponderEliminarGracias David, un placer el leer tus comentarios. Un abrazo.
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